El uso de la criosauna proporciona interesantes beneficios y desencadena el consumo de más de 500 kilocalorías por sesión. Cada tratamiento dura un máximo de tres minutos, pero el efecto se desarrolla y permanece durante las horas posteriores al mismo. Se trata de un proceso efectivo y natural que no tiene contraindicaciones.
Una simple sesión de crioterapia ya proporciona sensaciones positivas en el usuario pero, para conseguir resultados efectivos, es necesario someterse a una serie de sesiones (típicamente entre 10 y 20) de forma más o menos consecutiva. Obviamente, dependerá de la persona que se someta al tratamiento y del efecto buscado. No es lo mismo una persona de 75 años con un problema autoinmune, que un deportista de alto rendimiento, si bien ambos notarán mejorías en el corto, medio y largo plazo.
El acercamiento a los beneficios de la aerocrioterapia se puede producir principalmente desde tres enfoques diferentes aunque fuertemente interrelacionados:

En el Deporte
En el ámbito deportivo, el uso de la aerocrioterapia se desarrolla en torno a tres ejes principales:
- La recuperación de la fatiga muscular.
- La mejora del rendimiento deportivo.
- La prevención y recuperación de lesiones.
El flujo sanguíneo a los músculos y su oxigenación se ven favorecidos. La capacidad antiinflamatoria y la aceleración de los procesos regenerativos que proporciona la crioterapia permite una recuperación mucho más rápida de las lesiones, pudiéndose reducir el tiempo de inactividad de forma notable.
Por otra parte, la criosauna es una herramienta muy valiosa en el entrenamiento de cualquier deportista de alto nivel, tanto desde el punto de vista físico como desde el psicológico. La mejor y más rápida recuperación tras los esfuerzos físicos intensos que consigue este tratamiento disminuye el riesgo de lesiones y posibilita el aumento de la cantidad e intensidad de entrenamientos de una forma más segura. Esto hace que sea un tratamiento especialmente indicado en pretemporada y para los periodos de carga máxima.

Salud y Bienestar
El uso de la crioterapia proporciona belleza y bienestar porque gracias a su efecto relajante y regenerativo, las visitas a la criosauna tienen un resultado rejuvenecedor y proporcionan una notable mejoría tanto de la forma como de la apariencia física. También tienen consecuencias positivas en el estado de ánimo, lo cual las hace muy adecuadas para mejorar el talante o para combatir contra los estados depresivos.
Las personas sometidas al tratamiento estimulan su sistema inmunológico (por lo tanto son menos propensas a sufrir infecciones o procesos inflamatorios) y se sienten cargadas de energía. Uno de los efectos más inmediatos y evidentes que perciben es la mejora de la calidad del sueño. En definitiva, duermen y descansan mucho mejor.
La piel es el órgano que se ve expuesto directamente a las bajas temperaturas por lo que sus vasos sanguíneos, así como los de la grasa subcutánea, se contraen rápidamente. Tras el tratamientose dilatan favoreciendo la circulación de oxigeno, enzimas y nutrientes, así como la eliminación de toxinas. Como consecuencia, la piel mejora su aspecto, quedando más tersa, firme y suave. Por ello la crioterapia de cuerpo entero es especialmente eficaz en el tratamiento de numerosas dolencias cutáneas.
Calma el dolor, mejora la circulación, fortalece los vasos sanguíneos, disminuye el tiempo de recuperación tras una enfermedad o una intervención quirúrgica, libera endorfinas, quita el estrés, oxigena las células, mejora la calidad y los trastornos de la piel (dermatitis atópica, psoriasis, acné, celulitis…), elimina toxinas, quema calorías, mejora el insomnio, aumenta la energía y regula el organismo en todos los niveles.
El proceso de los tratamientos de crioterapia también produce un efecto prolongado: mejora el tono de la piel, la circulación sanguínea y su nutrición, promueve el rejuvenecimiento de la piel envejecida, y mejora el estado de los problemas de la piel.